jueves, 13 de agosto de 2009

Viaje a Valencia

Con motivo de la inauguración del circuito urbano de F1 en Valencia, decidimos buscar un pueblo cerca de la capital valenciana, que fuese tranquilo para pasar las vacaciones con la familia y el día de la carrera desplazarnos al circuito. Al final, estuvimos en dos pueblos quedándonos a dormir. La primera noche estuvimos en Bocairent, un pueblo muy bonito por sus casas. Nos ospedamos en una casa cueva preciosa. Desde allí, a la siguiente mañana, fuimos a ver los entrenamientos clasificatorios de la F1. Pensamos que lo correcto era ir en el tren de cercanías ya que cuando vamos a Jerez, se forman unas colas tremendas... pues fue una elección incorrecta. Perdimos toda la mañana para llegar al circuito. Poco más y nos perdemos la clasificación. Menos mal, que la mayoría de la gente iba allí, porque si no, no hubieramos dado con el circuito. Después de ver los entrenos, nos fuimos a la playa de Xeraco para pasar el resto de las vacaciones allí. Las arenas de aquellas playas, no son nada parecidas a las de Granada. Son arenas muy finas. Al siguiente día decidimos ir con el coche para ver la carrera, y nos fue muy bien porque tardamos nada en encontrar aparcamiento. Estaba todo muy bien organizado, incluso nos sobró tiempo para pedir unos bocadillos en un bar. Estuvimos viendo la Copa Porsche, quizás la más entretenida, después se corrió la GP2 y por últimos la F1. Como ya podéís imaginar, después de tantas horas, ya nos empezabamos a quemar el cuerpo, pegaba un sol de lo lindo. La organización del circuito, nos regaló un paraguas, imagino que para la posible lluvia, jajaja. Pero todos lo aprovechamos para que no nos diera el sol. Pero como es lógico, estorbabas a los de atrás... asi que, fuera paraguas. Sinceramente, cuando empezó la carrera, mi hijo y yo estábamos ya un poco aburridos y quemados. Para colmo, delante nuestra se pusieron unos compatriotas del polaco Robert Kubica, que no había manera de sentarlos. La valla nos impedía ver bien el circuito, a pesar de que estábamos en la segunda fila. Empezó la carrera, sí, todo muy emocionante. Estábamos en la tribuna 3, perfecta para ver los adelantamientos de la primera curva. Fernando pasó con algunos apuros por aquella curva, pero siguió adelante. A los pocos segundos, vimos por la pantalla que teníamos delante, abandonar a nuestro piloto. Y se acabó. No veas que desolación. Vuelta tras vuelta, estábamos locos por que acabara la carrera para irnos a casa. Estábamos rojos por el sol, cansados de ver pasar coches por delante que no podías saber ni quienes eran por culpa de las vallas. El deseo de mi hijo era ir a una carrera a ver a su piloto favorito, pero me dijo, que sería su primera y última vez que iría a velo... jajaja. Por lo demás, en Valencia lo pasamos muy bien. Estuvimos en la Albufera, en el Río Turia paseando en el tren, vimos el Oceanografic y todos los alrededores del parque. Precioso todo. Al otro día, volvimos al circuito. Increíble, estaba todo practicamente desmantelado, como si no hubiese habido allí nada. Nos paseamos por parte del trazado, la meta, los boxes, cocheras. Estaban todas las lonas de publicidad tiradas en unos hangares. Cojimos algunas con el nombre de las tribunas. Volviendo a Granada, paramos en Ibi, para ver el museo del juguete, también muy interesante. La conclusión final que sacamos mi hijo y yo, es que las carreras de f1 se ven mejor desde casa a pesar de que alguna vez merezca la pena. Demasiado caro...

La albufera

Ciudad de las Artes

Playa de Xeraco

Nuestra privilegiosa vista del circuito

Bocairent

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